10:34 am

la impronta de la mayoría de los mensajes del último post me dejó pensando.
noté cierta identificación femenina con los estallidos de llanto, y dije, ah bueno, no es para preocuparse entonces, esto de las lágrimas, nos pasa a todas, ja!
pero no quiero caer en esa línea de pensamiento símil propaganda de toallitas femeninas, así que prefiero creer que tengo amigas muy sensibles (como yo) que en definitiva viven dentro de parámetros parecidos a los míos, sometidas cada una, en su universo personal, a diferentes angustias. oh yeah.


mi viernes empezó muy bien, porque mi jueves terminó realmente muy bien también.
sorpresivamente el chico reef apareció a cenar y terminamos viendo el dvd del primer recital de la banda, allá por septiembre del año pasado.
esto de verse en 29 pulgadas cantando fue un tanto duro, pero confieso que me gustó lo que escuché, y hasta creo que me motivó mucho para cargarme las pilas con los proyectos musicales de este año.

y hablando de proyectos musicales, mañana toca partida doble en tabasco, a donde pienso ir a escuchar cantar a mi amigo guido.


esta semana volví a ver a pipo cipolatti, no se qué pensar al respecto.
ah, y también vi a pablo de mambrú, un chabón ni fu ni fa la verdad, me quedo con rodri guirao.

3 comentarios:

pipi dijo...

mar! te extraño tanto, ayer estuve a pocas cuadras de tu trabajo pero no pude pasar a saludarte porque tenía un millón de cosas que hacer.
lo de pipo cipolatti me da demasiada gracia, para mí la próxima lo tenés que parar y decirle "o no nos vemos nunca o nos vemos siempre!" jaja

ah y sabé que entregué una de las fotos de la peluquería que saqué con vos y me pusieron un 9! Te adoro mar! espero que nos veamos lo más pronto posible!

Anónimo dijo...

par ti da do ble

y después hay joda estás invitada
sanpedrito 230 chauuuu

flopper dijo...

jajaja es buenísimo lo de pipo, yo lo ví solo una vez en una plaza con sus hijitos, y -esto es tremendo- cuando leí en el si! de clarín que buscaba coristas femeninas para su banda, pensé en seriamente en presentarme, pero la verguenza me mató