ask

salí a caminar con el tiempo justo para dar dos vueltas al parque y que la llovizna me agarre volviendo para mi casa. con un paquete de nag champa en la mano.
que por favor nunca nadie me saque los desayunos de los fines de semana, sola o con quien sea, pero es el clímax de la paz y la tranquilidad espiritual.
me siento muy cansada, le tengo fobia a la semana, realmente, trato de no pensar en la gente y en los lugares laborales pero es muy complicado. me disgusto.

cuando camino por el parque pienso sin parar. pienso en mis amigos, en mi familia, pienso en todos, es tremendo, si la gente se enterara de alguna manera cada vez que uno piensa en ellos, sería aterrador pero más de uno se sentiría "querido", "pensado".
pensé en vos, en vos y en vos también. pensando en gente periférica , gente con la que quizás no crucé muchas palabras pero ahí están, siendo pensados por mí en mi caminata. gente que no se imagina cuánto los pienso y con qué intensidades.



recién me ilusioné con una receta divina, me faltaba polvo para hornear y lo iba a solucionar con harina leudante, pero ahora caí en que también me faltan dos huevos y un poco de manteca.
qué tristeza. el budín de naranjas será para otro día.

refugiada

un día después - después de vos - crucé los dedos.
la barca pasó y el río quedó al fin quieto.

el preferido

me gustaría saber más sobre la vida y menos sobre Lady Gaga.
se me están desbalanceando los conocimientos.
se me extingue el intelecto -capaz-


ayer refloté en mi mente el concepto de la vulnerabilidad, acuñado hace muchos años por mi amiga Kate.

es muy interesante y se aplica mucho sobre el género masculino.
es complicado encontrar un hombre libre al 100% de vulnerabilidad.
es inherente a ustedes, los machos (?)
no es malo eh, pero bueno, resta.
bah, no es que "reste", mejor digamos que "no suma" y fin.

las mujeres debemos tener un equivalente a la vulnerabilidad de ustedes.
quiero encontrar una explicación escrita sobre esto (la tenés por ahí Ka?)

ludo

el punto fuerte de esta semana fue sin dudas haber jugado a las escondidas, a la sardina y al gallito ciego en el cumple de Grondo.

no pasó nada

ayer me caí por las escaleras de la radio.
no rodé, no di vueltas por el aire, me resbalé y caí sentada, caí de costado, amortiguando mi golpe entre otras cosas con mi codo.
fue un nanosegundo en el que caí y me quedé sentada, inmóvil.
en el descanso de las escaleras estaba un chico que no se si es de técnica, de sistemas o productor de otra radio. uno muy flaquito, que parece bastante tímido, frágil.
se preocupó por mi resbalón. ' estoy bien, si, si, gracias, en serio, si, si, bien, no pasó nada".

cuando me levanté del piso sentí que tenía el corazón en la garganta. terminé de hacer lo que estaba haciendo, volví a la oficina y me quedé sentada diez minutos sin poder hacer nada, pinchada.
estuve todo el día así hasta que salí de la radio y la vida mejoró un poco.