carro sin frenos

hace una semana que no "gestiono" mi blog
pero ya odio lo último que escribí así que actualicemos esto por favor.

estoy en un momento en el que en mi mp3 hay mas canciones de cantantes femeninas que masculinas.
no se si hay un lugar por dónde empezar a asociarlo o pensarlo como un parámetro de mi presente de soltería o quizás con una conexión estrecha con mi costado más femenino, quién sabe, pero el unplugged de juli venegas y el disco de la mala rodríguez lideran el ranking de discos mas escuchados en mis viajes interbarriales.

el sábado festejé mi cumpleaños por segunda vez, en esta oportunidad de manera más descontrolada y acompañada por mis amigos santi y juli. no se muy bien cómo calificar la fiesta, porque de por sí el lugar rozó lo extrañamente bizarro y ultragracioso, y entre mi intoxicación y los estímulos externos todo fue una gran nube de gente y música coordinada al ritmo de una noche de cumplefiesta.
la pasé realmente muy bien, esto de festejar los cumpleaños realmente vende, uno se siente agasajado por todos lados y si la gente se divierte el agasajo se eleva al cubo. me costó repartirme entre los diferentes grupitos de amigos que concurrieron -de hecho casi ni me repartí- pero el balance es altamente positivo.

mi cumple siempre me marca un antes y un después en el año.
es como un empujón energético, me renuevo, retomo la plenitud perdida y encaro la segunda mitad del año con una actitud más optimista.

el otro día me subí a un taxi del que se acababa de bajar Mauricio Macri con su abuela (?)
yo estaba muy colgada que recién lo reconocí cuando el taxista ultraorgulloso me dijo "eh viste quien se acaba de bajar!!" y yo di vuelta la cabeza y divisé a nuestro jefe de gobierno. era muy tarde para mi, muy temprano para el tachero, que no paró de hablarme de política y de la cantidad de baches que macri había arreglado. mi cabeza estaba reventando y mis esfuerzos para no ser irrespetuosa y dormirme frente a su monólogo se disiparon cuando me miró y me dijo "ah nena, vos estás sin dormir, disculpame, no te jodo más"
creo que un taxista puede despertarme amor y odio en iguales proporciones, pero este era de esos que esperan a que entres en tu casa para arrancar,y el fastidio que me generaron sus comentarios pro-pro se diluyeron cuando apoyé feliz mi cabeza sobre la almohada.