basta

pensé que había desaparecido el último post y me asusté, pensé en las cosas que se pierden en los confines de la cibernética, en al volatilidad y en todo aquello que- querramos o no - nos llega por internet todo el tiempo. uf.

otro fin de semana jugando a vivir sola. anoche volví y extrañé a mi papá y a mi hermano. tiene otro sabor cerrar la puerta con llave y entrar silenciosamente cuando sabés que están ellos durmiendo. en cambio ayer, ayer me puse a ver tele, no entiendo, nada mejor que hacer? dormir, no? eran las 6 de la mañana, venía de varias horas de girita por diferentes lugares, situaciones, personas, por qué miré tele? no lo entiendo. quizás es bien cierto eso de que la tele es un poco el escape de nuestras mentes (?)
y hoy me desperté y en vez de ravioles y asado, comí una fetita de jamón crudo.

estos últimos días fueron intensos. el post-holidays tiene una personalidad nueva, como que el 2009 y yo nos estamos conociendo todavía. él me está mostrando su costado más vertiginoso ('hola marlene, así es todo ahora, así como lo ves, este soy yo, y llegué para quedarme: sin filtros, crudo y feliz, dramático y lleno de expectativas, denso y liviano, si y no, soledad y gente con vos todo el tiempo')
estamos como en la avant premiere del año, desfila mucha gente por acá, mucha pompa, mucho todo y a veces no estoy preparada para esto. hay días que si y otros que no.

la digestión es leeenta.

ayer tuve un pensamiento retrospectivo en el que traté de darme cuenta si soy o no una persona que se deja querer. me da miedo volverme un poco escéptica con esto del amor (¿eh?) por el momento no tengo una respuesta del todo forjada sobre este tema, pero analizando un poco todo (nah, para qué?) quizás pequé de insensible tantas veces! quién sabe, cómo saberlo, no? ahora no, hoy no, que es domingo y espero que esta vez -por favor- llueva, aunque sea un poquitito.