denso (densísimo)

transcribo lo que plasmé hoy al mediodía en mi cuadernito. es una suerte de crónica de mi mini-crisis de hoy. no espero que los entretenga y mucho menos que les guste (buenaonda)


ver a mi papá dormido en una camilla me paraliza. no tuve MIEDO en ningún momento (entra el médico: "cómo se siente don bracht?" - "bien, no siento el brazo todavía, pero bien") tampoco sentí confianza cuando ví al anestesista, al cirujano y a las enfermeras. ninguno me cayó bien, pero no tuve opción y dejé a mi papá en bata y cofia en sus manos . su tranquilidad me tranquilizaba, lo ví entrar el quirófano y me fui al bar de al lado a desayunar. me tomé un café con leche y me despaché las revistas del verano de un saque, tratando de no pensar en nada. estuve dos horas sola esperando que operaran a mi viejo, mamarracheaba servilletas, jugaba con los sobrecitos de azúcar. ( me llega un mensaje de santi : "Y?" - "Salió todo bien"- respondo. mi papá ronca).
por qué en la mayoría de las clínicas tienen cuadros de Monet? qué feos lugares son estos. me dan escalofríos. tengo imágenes tan fuertes de personas en camillas, con sueros o dormidos que inevitablemente mi cabeza lo relaciona y me desestabiliza de la impresión que me da.
Tito tiene pervinox en la barba y me causa un poco de ternura y gracia. mi papá tiene una actitud tan envidiable ante la vida que no dudo que este es un pasaje más que bien sabrá superar.
me tengo que ir a mi primer diía de trabajo y me da pena dejarlo acá. no paro de imaginar lo diferentes que serían estos momentos - y cuántos otros más- con mi mamá para acompañarnos. tengo un menjunje de cosas que me revuelven el estómago. el olor a hospital me descompone y me remonta a momentos de mucha desesperación y angustia. pienso que -por suerte- mi hermano se fue de vacaciones y está lejos de esta situación, porque se que un poco lo afectaría.
estoy haciendo un esfuerzo enorme para no llorar. pero por qué lloro? si mi papá está bien, lo veo, va a estar en reposo unos días y nada más, esta noche ya está de vuelta en casa, no puedo ser tan fatalista, así no se afrontan este tipo de momentos.
ahora entiendo que en realidad todo es tan simbólico en esta escena en la que estoy, que sólo actúo a consecuencia de eso. quiero un abrazo y todavía no identifico de quién.
me tengo que ir, lo saludo a mi papá, me desea éxitos en mi nuevo trabajo y me da un beso en el cachete.
salgo de la clínica y me abrumo. mientras camino hasta la parada del 19 le mando un mensaje al chico reef y le pido que me llame. al instante me suena el celular "no se bien por qué te pedí que me llamaras", le digo, y le cuento que estaba todo okey, que me estaba volviendo para casa para bañarme e irme a laburar. "qué te pasa?", me pregunta. "ni idea, creo que me angustié", le digo mientras hago mucha fuerza para no largarme a llorar en el teléfono. trato de cambiarle de tema, se escucha muy mal la comunicación, le digo una pelotudez tras otra y termino la charla súbitamente para no estallar en lágrimas. corto y efectivamente me largo a llorar ( llorar en la vía pública! qué experiencia, merece un capítulo aparte). me subo al 19 y empiezo a creer que era esperable esta crisis de angustia, que era obvio, sí, requete obvio que de alguna manera tenía que detonar esto para descomprimir un poco estos días tan mentalmente agotadores.



uff... bueno, quedarán más cosas por largar? más sentimientos para no reprimir más?
estoy bien, sí, pero me muero de sueño, chau.

1 comentario:

pipi dijo...

llorar es muy liberador. escribir también es muy liberador. no sé, en este momento lo único que quiero es darte un abrazo