cuando este libro llegó a mis manos enseguida supe que no iba a pasar sin pena ni gloria entre mis lecturas. regalo de cumpleaños de mi amiga sabri, la dedicatoria escrita en la primera página no sólo me había emocionado, sino que me había impactado tanto que no aguantaba las ganas de comenzar a leerlo. lo tuve en la mesita de luz varios meses, esperando terminar libros pendientes de la facultad, para , por fin, empezarlo. no soy una entendida de la literatura, por lo que no pienso meterme en terrenos demasiado profundos o adornados porque carezco de recursos para hacerlo. mi comentario no va a ir más allá de las percepciones que me generan las cosas que leo. la llegada o no de sus palabras, y el sinfín de emociones que me despertó la primera parte de su autobiografía.
ay simone, tengo tantas cosas para decir, tantas cosas me hizo reflexionar, tantos párrafos releídos, un eje genérico en un relato en el que me encontré, en el que por momentos me sentí tan cerca y tan lejos de la vida de esta mujer. salvando las distancias de época, como ayer me dijo gaby, la mamá de kate, simone de beauvoir abrió un boquete en la pared por el cual después pasaron muchas otras mujeres. la metáfora me pareció acertadísima. (será que yo también espero pasar por ahí? será el anhelo de la trascendencia? de la búsqueda del "tener algo para decir" que me persigue tanto?)
su niñez en Francia, esa visión tan espectacular del mundo adulto, ese afán de intelectualidad tan exacerbado. se me pone la piel de gallina tratando de imaginar y recrear las imágenes de su infancia, los detalles y los sabores que impregna en sus palabras.
todas las preguntas que se hace, todas las respuestas que da. cómo va cambiando su óptica a medida que crece, todos los miedos, los fantasmas y las pasiones que despiertan en ella con el correr de los años.
es imperdible, fascinante, nose. me cuesta horrores intentar explicar con un poco más de claridad por qué este libro me revolucionó de esta manera. hay algo en sus valores, en su proceso, es la evolución de su pensamiento, que me compenetró, que me pareció un espejo de miles de escenas que todos- a otro nivel- vivimos y sentimos, pero que ninguno tiene el don de plasmar en palabras con tanta genialidad.
paralelismos, intertextualidades con una realidad más moderna, con la actualidad, a medida que avanzaban las páginas avanzaba el entendimiento lejano, pero entendimiento al fin, de una mujer con la necesidad aplastante de darle sentido a su existencia. nada más complicado que escribir tanto sobre uno mismo, y esta mujer lo hace tan pero tan bien.
sin palabras, simone corazón.
me quedé en sus 21 años y ya me muero de ganas de leer los próximos tomos de su autobiografía.
2 comentarios:
aprovechemos el boquete que hizo simone y atravesemoslo hasta el infinito.
me hace feliz verte disfrutar la vida con tanta intensidad
el cuarto quedó joya!
Memorias de una joven formal es todo un clàsico en la mirada femenina. Confieso haberlo leìdo y logrado en mì una mezcla de redes y situaciones. Todos buscamos darle existencia a nuestro proceso vital. Yo le di existencia, con el sexo. Otros, con el trabajo. Unos otros, con la familia. Pero es un proceso natural y necesario.
bueno, solo espero que tu te pases por mi mundo blog.
te dejo un abrazo.
y recuerda:
Tu vida sin existencia propia no es vida.
paisanito!
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