cultura blog

estoy casi segura que el primer blog que leí fue Bien ahí, un día encontré un flyer llamativo pegado en un pasillo de tea, me mató la curiosidad y entré. estuve dos semanas leyéndolo, iba al archivo del primer mes y de ahí en adelante me iba devorando todo. me fasciné, me fanaticé mal, le mandé mails a su autor transmitiéndole mi devoción por su blog, en un acto de cholulismo fatal empeorado por mi edad (vamos, no tenes 13 ya), en el que - vaya uno a saber por qué- le comenté que no me animaba a tener mi propio blog (esto de ventilar mis conflictos internos recién estaba empezando). para esa época empecé a indagar si mis amigos visitaban blogs también y lentamente me fui dando cuenta que algunos estaban comenzando como yo a urgar en esta novedad no tan nueva de nuestra queridísima internet.
de Bien Ahí fui saltando a sus links amigos, y ahí conocí Son Cosas Mías y Señales de Humo - estoy haciendo propaganda de la buena- que constituyen mi triunvirato de blogs que- entre otros- visito a diario. se genera algo medio extraño con esto de la exposición de nuestras vidas en internet. para mi no deja de ser grandioso y entretenido, creo que entre tener algo para decir y finalmente decirlo - y ni hablar de hacerlo con elegancia- hay un saltito no tan fácil para todos.
con el paso del tiempo me di cuenta que estos tres blogs se volvían cada día mas popus - y me alegraba de esa fama - y la idea de un verdadero mundo blogger acá adentro tomaba más forma en mi cabeza y me empezaba a dar intriga.
medio envidiando la soltura de palabra y la locuacidad de sus escritos tuve ganas de llegar al blog propio, motivada en gran parte por el estreno del de mi querida Katia, que se me anticipó unas semanas nomás, para inaugurar así el afloramiento de todos los blogs de mis amigos que fueron apareciendo después.

festejo mucho la existencia del blog, soy fan de todo esto, por momentos caigo en algunas contradicciones existenciales que trato de erradicar, restándole seriedad. soy otra no es más que el registro de lo que creo que me gusta contar. esto ya se está volviendo un poco metalingüístico, pero sigamos con esto amigos, entren, lean, armen sus blogs, firmen, pasan cosas copadas, que se yo, ahora lo estoy pensando como una revolución de la expresión que estamos viviendo. estoy muy lejos de escribir un libro, pero tengo un blog, ja, me conforma, está hecho a la medida de cada uno de nosotros, es una huella personal, una ventana de tus colores y tus palabras.

esto termina siendo igual de efímero como de perpetuo, acá quedan guardadas cosas que quizás nunca imaginaste que ibas a largar.

estoy contenta la verdad, pensé todo esto a partir de esta nota que leí hoy, de la que - obviamente!- me enteré en otro blog.