entré a mi casa a las 07:07
una noche con peripecias y alegría.
uno de mis colectivos fetiche me traicionó como pocas veces, casi 45 minutos de espera, para después compensar su mal comportamiento apareciendo al instante cuando encaré la vuelta.
y como si estuviera queriendo remediar la culpa que sintió por hacerme esperar injustamente a la ida, por suerte esta vez con la compañía de un chacarito y una colegiala, el viaje en el 76 incluyó una okupación con fumatina en el asiento de atrás ('somos los dueños de este colectivo')
el clericó es la bebida de este verano? quiero versionarlo, mejorarlo y prepararlo para tomarlo a cualquier hora ('las frutas nos dan energías, por eso bailamos tanto')
anoche volví al ruedo en la ciudad y cómo me costó eh.
acostumbrada a la vida en la campign-a xippie cordobesa, tuve que pensar demasiado en cómo vestirme para salir (ridículo) porque me sentía muy incómoda con mi vestimenta (nada más perturbador que sentirse incómodo en uno mismo)
ayer pensé en lo marginal.
las vacaciones nos vuelven más sociables?
prueben el aquarius de pera bien frío.
1 comentario:
ay!! las vacaciones nos devuelven a un estado primitivo increiblemente placentero. voto por seguir usando la vestimenta de las vacaciones en la ciudad
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